Nuevos antecedentes aparecen en el caso de Juan Felipe Mansilla Alvarado, el chileno que estuvo 20 años como «esclavo» en una chanchería en el sector de Río Gallegos, en Argentina.

Christian Blasco, cónsul chileno en esa zona, relató a Emol detalles de cómo vivía el connacional, los abusos de los que fue víctima y de lo que se viene ahora en el caso. Cuenta que la investigación comenzó en noviembre del año pasado, pero que hace poco tuvo resultados.

«Él vivía como un perro, en una pocilga. Tenía un cuartucho con una cama impresentable, sin baño, sin comodidades. Pero para él, esa era su casa».

Blasco dijo que pudo conversar «no más de cinco minutos con él tras su liberación. Pero en todo momento preguntaba por su celular, a él lo controlaban con la hora, eso le preocupaba. Aún se sentía que debía volver al lugar». El cónsul comentó además que «vivió una gran cantidad de abusos, de todo tipo. E incluso, al realizársele exámenes médicos se comprobó que tiene dos impactos de bala en su cabeza. Él generó una dependencia extrema con el dueño de la chanchería. Es lo que se llama el Síndrome de Estocolmo».

Tras las indagatorias de la Fiscalía trasandina, las autoridades chilenas se pusieron en contacto con familiares de Mansilla. «Para ellos, estaba muerto, no sabían de su paradero. Y un tío viajó el martes pasado, él lo fue a buscar y el viernes se lo llevó a Punta Arenas». Blasco señaló que el chileno «no está para nada en condiciones de declarar en el juicio contra los dueños. La fiscalía me pidió solamente que estuviera a salvo con su familia y mantener contacto con ellos».

La autoridad nacional cierra con que «él era la mano derecha del dueño, pero en condiciones paupérrimas, para el sujeto era como su animalito. Es una tragedia»./

Fuente y foto: Emol.com